

TÍTULO ORIGINAL: Murder by Death
AÑO: 1976
DURACIÓN: 94 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Robert Moore
GUIÓN: Neil Simon (Teatro: Neil Simon)
MÚSICA: Dave Grusin
FOTOGRAFÍA: David M. Walsh
REPARTO: Alec Guinness, David Niven, Peter Sellers, Peter Falk, Eileen Brennan, Truman Capote, James Coco, Elsa Lanchester, Nancy Walker, Estelle Winwood, James Cromwell
PRODUCTORA: Columbia Pictures
GÉNERO: Comedia | Policíaco. Comedia absurda. Parodia
SINOPSIS: El multimillonario Lionel Twain invita a cenar a su castillo a los cinco mayores detectives de la historia: Sidney Wang de China, Dick Charleston de Nueva York, Jessica Marbles de Inglaterra, Milo Perrier de Bélgica y Sam Diamond de San Francisco. Son recibidos por un mayordomo ciego y en la cena Twain les explica el motivo de su reunión: a medianoche se producirá un asesinato y aquel que lo resuelva se llevará un millón de dólares.

A una mansión solitaria propiedad del excéntrico millonario Lionel Twain (interpretado por el escritor Truman Capote) llegan como invitados los mejores detectives del mundo: el belga Milo Perrier (James Coco), el duro norteamericano Sam Diamond (Peter "Colombo" Falk), la entrometida británica Jessica Marbles (Elsa Lanchester), el sofisticado matrimonio Charleston (David Niven y Maggie Smith) y el oriental Inspector Sidney Wang (con un curioso parecido al malogrado Peter Sellers).
Allí se enfrentarán a un gran reto: alguien va a ser asesinado a medianoche y el que descubra al culpable ganará un millón de dólares. No sólo sus vidas están en peligro, sino que la situación se complicará por la presencia de un enigmático mayordomo ciego (Alec Guinness) y de una cocinera sordomuda y analfabeta (Nancy Walker).
Dirigida en 1976 por Robert Moore, gran parte del mérito de esta divertidísima parodia se debe al guión de Neil Simon (La Extraña Pareja). Su otro punto fuerte son las excelentes interpretaciones del reparto dando vida a unos personajes que recrean unos clichés fácilmente reconocibles para todos los aficionados al género policíaco, tanto en su vertiente cinematográfica como literaria.

El dramaturgo Neil Simon pretendió escribir una obra que se burlase de las convenciones de las novelas de misterio. Para ello ideó una trama en la que unos cinco detectives se reunían en una caserón aislado, envuelto en una densa bruma, con la intención de resolver un asesinato. Se inspiró en Sam Spade , Hercules Poirot, Nick Charles, Mrs. Marple y Charlie Chang.
Con ese planteamiento, Simon y el realizador Robert Moore procedieron a reproducir las situaciones características del género, dándoles la vuelta y mirando de frente el sustrato de unos personajes caracterizados por su vida frívola, sus adulterios convenientemente callados, una homosexualidad encubierta con la pose de tipo duro, una soledad y un deseo sexual sin parangón bajo la apariencia de respetables señoras, su tacañería...
Contando con cierta holgura de medios -Anne Roth se encargó del vestuario y Dave Grusin de la banda sonora-, Un cadáver a los postres está considerada un título de culto, en el que todo su elenco se prestó al tono paródico que merecía la ocasión.
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